Lanzamiento oficial del proyecto de Pointe Noire, Congo.

El sábado 3 de mayo se celebró en Pointe Noire, República de Congo la Ceremonia de lanzamiento oficial del programa “Apoyo a jóvenes desfavorecidos de Pointe Noire y Brazzaville a través de la Formación Profesional y su inserción en el mundo laboral”.

Este programa de la Asociación de Salesianos de Don Bosco en Congo (ASDB), financiado por la Unión Europea y la Fundación Jóvenes y Desarrollo, tiene como objetivo la lucha contra la pobreza y la marginalización social de los jóvenes en situación más vulnerable de Congo a través de una formación profesional de calidad y el apoyo a su inserción en el mundo laboral.

La Ceremonia comenzó a las 9:30h con la llegada y recepción de los invitados oficiales: la Directora Departamental de la Enseñanza Técnica y Profesional, el Director Departamental de la Formación y del Empleo, la Responsable de Comunicación de la Unión Europea en Congo, el Delegado de los Salesianos en Congo así como otras autoridades y un grupo de periodistas de prensa escrita y televisión invitados para la ocasión.

La asistencia estuvo compuesta además por los alumnos, alumnas y profesores del Centro Don Bosco de Pointe Noire, una representación de profesores y alumnos del Centro de Brazzaville, padres y madres de alumnos, representantes de varias ONG de Pointe Noire y una buena cantidad de curiosos que se acercaron hasta la Parroquia San Juan Bosco, donde tuvo lugar la Ceremonia. Todos ellos junto al padre Pierre Célestin Ona Zue, Coordinador del Proyecto y el resto del equipo.

La Señora Jacqueline Concko, Directora de la Formación Técnica y Profesional, valoró muy positivamente el trabajo realizado por los Salesianos en Congo en favor de los y las jóvenes más vulnerables, convencida de que el proyecto promoverá una formación de calidad adaptada a las diferentes necesidades de los jóvenes fomentando sus capacidades y habilidades para enfrentarse dignamente al futuro.

La Ceremonia fue animada por varios de los alumnos y alumnas del Centro Profesional Don Bosco y de la Escuela Domingo Savio, los cuales deleitaron a los asistentes con varias danzas típicas congoleñas. Para poner fin a la Ceremonia el padre Joseph Khonde, Delegado de los Salesianos en Congo, agradeció a la Unión Europea y a Jóvenes y Desarrollo el apoyo recibido para poner en marcha este proyecto y animó a las autoridades a apostar por la educación e invertir más en una formación profesional de calidad de los jóvenes, la mejor forma para combatir la pobreza y el paro juvenil en Congo.

Como el padre Joseph Khonde destacó, la implantación de un sistema educativo de calidad es vital para aumentar los niveles de desarrollo económico. La educación nunca es un gasto, sino una inversión, y mucho más en África.

Contexto del proyecto:

La República de Congo, conocida como Congo-Brazzaville, es un pequeño país poco poblado con poco más de 4 millones de habitantes. A pesar de su escaso territorio, posee recursos minerales de gran valor: petróleo, oro, diamantes, zinc, cobre y plomo. El sector petrolero es la principal actividad económica del país, representando el 76% de los ingresos del Estado y el 96% de las exportaciones*.

Sin embargo, no parece que los congoleños se hayan beneficiado del boom petrolero: más del 50% de la población vive en condiciones de extrema pobreza. Tal pobreza debería ser impensable en un país que tiene petróleo y recursos naturales como la madera. Por desgracia, como suele ser el caso, tales recursos a menudo terminan siendo una maldición para las comunidades que viven en la zona, ya que éstas no perciben ninguno de los beneficios financieros pero sí todos los efectos negativos: desigualdad, pobreza, servicios públicos de baja calidad y retraso en el crecimiento económico.

Congo, como otros muchos de los países africanos ricos en petróleo, se adscriben a lo que se ha denominado la “maldición de los recursos”. La riqueza que proviene del petróleo no repercute en la disminución de la pobreza, aunque sí en el crecimiento del PIB, que se reparte entre el gobierno, sus redes clientelares y las empresas petrolíferas. Los países ricos en recursos suelen estar marcados por una gran desigualdad: son países ricos con gente pobre.

Es importante destacar también los problemas de inestabilidad política y social que Congo ha padecido desde 1997. Tras dos guerras civiles en menos de cinco años y el achaque continuo de pandemias como el SIDA y las movilizaciones masivas, las familias se han desmembrado y han dejado a los niños y adolescentes con múltiples carencias materiales y afectivas: la insatisfacción de sus necesidades básicas, la falta de referencias educativas, el abandono de responsabilidad de los padres o la orfandad y la falta de oferta educativa pública.

A pesar de una mejora de la situación económica del Congo en 2010 y 2011, la mitad de la población todavía vive bajo el umbral de la pobreza y apenas tiene acceso a infraestructuras sanitarias y sociales. La corrupción denunciada durante mucho tiempo por la comunidad internacional y la sociedad civil se ha convertido en uno de los malos endémicos del país.

La educación es junto a la salud, uno de los sectores que el gobierno congoleño califica de prioritarios. No obstante, los resultados no son todavía satisfactorios. Aunque la República de Congo tiene una tasa de escolarización particularmente alta (el 80% de los niños congoleños están escolarizados), tiene muchos problemas a la hora de garantizar un buen nivel de educación al conjunto de su población. La instrucción pública no ha sido la prioridad política del Congo en un contexto de guerra civil.

La infraestructura de la educación fue seriamente degradada debido a la crisis económica y política que sufrió el país, la mayor parte de las escuelas no poseen sillas para sus alumnos, debiendo sentarse en el suelo.

Como suele suceder, los efectos más negativos de las crisis siempre se ceban en los más vulnerables: los niños, niñas y jóvenes. Son muchos los jóvenes congoleños que caminan día tras día por las calles de ciudades y aldeas buscando un trabajo. El 59% de la población de Congo es menor de 24 años y la tasa de desempleo juvenil es del 53%.
 

Descripción del proyecto:

Las acciones del proyecto se desarrollan en los Centros de Formación Profesional de Salesianos en Brazzaville y Pointe Noire, desde los cuales se plantea la capacitación profesional y orientación laboral de los y las jóvenes más desfavorecidos de la región. Estos Centros ofrecen cursos de mecánica general, mecánica de autos, electricidad, soldadura y carpintería y se sitúan en barrios marginales y habitados por más del 40% de la población: Makélékélé y Massengo (Brazzaville) y Tié-Tié y Mpaka (Pointe Noire).

  

 

A través de este proyecto de 4 años de duración, los Salesianos darán la oportunidad a más de 3.000 jóvenes en situación desfavorecida de poder recibir una formación de calidad que les garantice el acceso a un empleo digno.

Se pondrán en marcha acciones para favorecer el acceso de los jóvenes congoleños a la Formación Profesional mejorando los procesos de promoción de la FP: talleres de sensibilización a jóvenes, familias y población en general en parroquias, centros juveniles y centros de enseñanza; emisiones de radio y televisión;  dotación de 100 becas de estudio anuales para los estudiantes en situación más desfavorecida; reconstrucción y ampliación de las instalaciones (talleres y aulas) para incrementar así el número de plazas de los Centros.

Para favorecer la calidad educativa, se actualizarán los materiales formativos, se adquirirá nueva maquinaria y herramientas para los talleres y 8 profesores de los Centros reforzarán sus capacidades técnicas y pedagógicas en Centros del extranjero.

Uno de los objetivos del proyecto es favorecer la inserción de los jóvenes en el mundo laboral. Para ello, se reforzarán las actividades de la oficina de Orientación Laboral: contratación de nuevo personal, formación en emprendedurismo para crear una mentalidad emprendedora en los jóvenes congoleños, dotación de un sistema de fondos para que los alumnos pongan en marcha sus propios talleres,  acuerdos con empresas para dar empleo a los alumnos en prácticas, etc.

Los Centros de Formación Profesional Don Bosco disfrutan del apoyo y consideración de las autoridades y gobiernos locales y regionales de Congo, conscientes de la necesidad de proveer oportunidades educativas para la gente joven y de que estos Centros ofrecen a la sociedad jóvenes productivos y bien formados, los mismos que de lo contrario hubiesen podido caer en el mundo de la marginación.